Pierrette LeBourdiec lista para iniciar el paseillo en la Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid.

Este portal está dedicado especialmente a la torera francesa, Pierrette LeBourdiec LA PRINCESA DE PARIS, ya fallecida; así como a todas aquellas mujeres que en lo más profundo de su sentimiento han oido la llamada del toreo.
¡ VA POR ELLAS !
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Pierrette Lebourdiec "La Princesa de Paris" en acción, sobre su caballo hispano-portugués "Page", montura a la que Pierrette Lebourdiec tenía gran aprecio, considerándolo el caballo más valioso de su cuadra, ya que reunían unas características difícilmente superables para un caballo torero, como eran, gran facilidad para templar la velocidad del toro, habilidad para salir de situaciones comprometidas y sobre todo un gran corazón para ir hacia el toro, lo que en el toreo de a pie se denomina: valor. Este animal, cuando murió, lo hizo ya con bastantes años de edad, y comportándose como cuando era un potro. Pierrette Lebourdiec cuando hablaba de su querida cuadra de caballos toreros, siempre destacaba: "mi Page, mi Page".

PIERRETTE LEBOURDIEC "La Princesa de Paris"

Allá por la década de los setenta conocí a La Princesa de Paris, fué en Carabaña donde nos presentó mi amigo Gabriel Ramos, entonces jóven activo entre las cuestiones de toros y caballos. Desde entonces hicimos una gran amistad Pierrette y yo, ella por su condición de torera y yo porque por aquellos tiempos ya me iniciaba como colaborador de la Revista El Mundo de los Toros, aquella vieja y querida publicación taurina que hiciera Juan Bosch Iglesias, aficionado de pro a la Fiesta allá donde los hubiera, y que desde hace mucho tiempo ya no se encuentra entre nosotros.
Pierrette Lebourdiec ha sido uno de esos casos difíciles de entender, me refiero a su desmedida afición por los toros habiendo nacido y sido criada en el propio Paris, pues por aquellas latitudes nunca se ha sentido demasiado interés por nuestra incomparable Fiesta de toros; otra cosa es el sur de nuestro vecino país, en donde ya ha quedado patente que dicha Fiesta tiene muchísima más importancia que en determinadas regiones españolas, en donde algunos son capaces de renegar hasta de su propia m....
Pierrette, ya desde muy pequeñita, prácticamente una colegiala, ya sentía un interés especial por todo aquello que componía el mundo del toro, de sus gentes en sus diferentes facetas y de todo en general relacionado con aquella especie de mundo mágico como era el del toreo.
Un buen dia, así de buenas a primeras, le comunica a los suyos su decisión de querer dedicarse al toreo y sin pensárselo dos veces emprende su andadura hacia Portugal. En España no podía ser, era algo inpensable que una mujer quisiera dedicarse al toreo, aparte de que estaba prohibido.
En Portugal se relaciona bien entre personas cercanas al mundo del toro. Logra torear en las plazas más importantes del país hermano, incluyendo las colonias en las que se celebraban corridas de toros, como Angola, Mozambique y Las Azores. También llegó a torear en Macao (China).
Aunque las mencionadas experiencias le habían influido de manera positiva, ella no se conformó; quería estar y torear en España ante todo, aunque eso, por las circunstancias mencionadas no era fácil. Entonces, para poder torear en España decide hacerse rejoneadora, lo que consigue, no sin antes pasar un auténtico calvario; pues, aparte de lo difícil que siempre ha sido dedicarse a esa profesión, tropieza con otro gran obstáculo que antes, por desconocimiento de ello no había programado: el machismo que rodeaba a ese gran mundo mágico de los toros, el cual, si en la vida social ya estaba presente, en los ambientes taurinos se acentuaba mucho más. Como rejoneadora llegó a torear en plazas españolas importantes, incluyendo Las Ventas de Madrid. Por su estilo no destacó como rejoneadora de arte, sino como poseedora de un gran valor antes los toros y una gran dominadora del arte ecuestre. Ella siempre insistía en que les hablaba a los caballos y ellos siempre le contestaban con gestos y movimientos propios.
Pierrette Lebourdiec, a lo largo de su trayectoria profesional conoció y simpatizó con una infinidad de personajes de los más diversos estamentos sociales. Entre ellos Pablo Ruíz "Picaso", Anthony Quin y otros. En su época de residente en San Sebastian de los Reyes, coincidió allí con Ortega Cano, cuando este comenzaba su andadura como novillero, siendo ella quién le enseñara los primeros pasos en la profesión, cuando este por aquel entonces trabajaba en la frutería familiar que tenían, a los que llamaban "los meloneros". Una vez retirada ya de los ruedos se dedica a domar caballos y a preparar a rejoneadores entre otras cosas, compartiendo esta actividad con dar clases de equitación, actividad para la que tenía gran destreza, debido a su amplia experiencia profesional.

AUGUSTO JOSE ECHEVARRIA